Estudiantes y graduados del Instituto Superior de Diseño de La Habana dieron a conocer esta carta firmada en La Habana, Cuba, el 6 de junio de 2025, en la que exigen la renuncia del decano. Este suceso se inscribe en el marco del intenso movimiento de indignación que recorre a las universidades cubanas en respuesta al anuncio de la imposición del aumento de los precios de ETECSA, Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A., a una tarifa equivalente a casi tres veces el salario mínimo, fenómeno bautizado como «el tarifazo». Funcionarios de este monopolio estatal de las comunicaciones visitaron el ISDI con el objetivo de reunirse con sus alumnos y convencerlos de la necesidad de las nuevas tarifas, pero se dieron de bruces con el enfado estudiantil. Según declaraciones de estudiantes presentes en dicho encuentro, el decano, Sergio Peña, tomó la defensa de ETECSA, dirigiéndose a los alumnos con arrogancia, lenguaje grosero y amenazas con expulsión del centro. Este suceso ha sido denunciado en varios medios de prensa alternativa y en las redes sociales, incluso mediante carteles, ilustraciones y caricaturas. Dos de las declaraciones de Sergio Peña que más enojo y frustración han causado son la afirmación de que «no hace falta internet para hacer diseño», y su respuesta ante la expresión de decepción de una alumna, a la que contestó: «si no te gusta, emigra».
Carta abierta de estudiantes y egresados del Instituto Superior de Diseño
La Habana, 6 de junio de 2025
A la dirección del ISDi,
Al Decano de la Facultad de Diseño,
Y a la comunidad académica:
Nos dirigimos con profunda decepción, indignación y total rechazo ante la actitud autoritaria, egocéntrica y despectiva del Decano del Instituto Superior de Diseño, quien ha demostrado no solo una alarmante falta de empatía con la comunidad estudiantil, sino también una desconexión evidente con la realidad tecnológica, económica y social que vivimos los estudiantes cubanos.
Resulta inaceptable —y por demás insultante— que, en medio de una crisis de conectividad que afecta directamente nuestra formación, investigación y desarrollo como profesionales, el Decano se atreva a afirmar que “no se necesita internet para diseñar”, negando así la esencia misma del diseño contemporáneo, que se nutre del acceso a referencias globales, plataformas colaborativas, bibliotecas virtuales, actualizaciones de software y comunicación constante. Tal afirmación no solo ignora el presente del diseño como disciplina, sino que atenta contra el futuro del ISDi como institución académica.
Pero aún más grave ha sido la amenaza directa de expulsar a un estudiante por el solo hecho de no alinearse con su discurso, una acción que roza la violencia institucional, la censura ideológica y la represión del pensamiento crítico. Esto, en pleno siglo XXI, en una universidad que debería cultivar la pluralidad de ideas, la ética profesional y el pensamiento transformador. La universidad no es propiedad de ninguna autoridad. Y mucho menos de alguien que, en su rol de servidor público, antepone sus negocios personales y conveniencia política por encima del bienestar de los estudiantes que dice representar.
Denunciamos la doble moral de quien dice defender el modelo socialista mientras practica el elitismo, el abuso de poder y la indiferencia más hiriente hacia los problemas reales de su comunidad universitaria. Porque ser revolucionario no es repetir consignas huecas. Es escuchar, respetar, construir con el otro. Es comprometerse con la justicia social y no con el oportunismo empresarial.
Los estudiantes del ISDi no son cifras en una matrícula. Son voces. Son mente crítica. Son seres humanos con derechos. Y uno de esos derechos es acceder a una educación digna, moderna y coherente con el mundo actual. Acceso a internet no es un lujo. Es una herramienta básica para estudiar, crear y existir como diseñadores en un contexto global.
Exigimos respeto. Exigimos garantías. Exigimos un liderazgo que represente, no que reprima. Exigimos que cese el amedrentamiento político y académico dentro de nuestras aulas. Exigimos la renuncia del Dr. Serigo Peña, esto, consecuencia de su actitud inadmisible durante la reunión celebrada el día de ayer.
Y desde esta carta, aunque no se nos permita ocupar tribunas, alzamos la voz: el silencio cómplice no es una opción. La historia no absuelve a los que se arrodillan ante el poder mientras pisan a los suyos.
Atentamente,
ESTUDIANTES Y EGRESADOS INDIGNADOS DEL ISDi