Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano.

Se llama Darwin, y con ese nombre, él simplemente no estaba autorizado a conformarse con ser un personaje común y corriente. Hoy por hoy es uno de los más completos y representativos exponentes de la nueva generación de diseñadores cubanos.

Pensar, pensar, pensar… así comienza el proceso de trabajo para este creativo que vive plenamente convencido de la importancia de esa parte no premeditada del proceso de diseño, y de ahí el lugar privilegiado que para él ocupa el cartel, un soporte que le ofrece un máximo de libertad y confianza para verter su marca propia sin tener que volverle la espalda al rigor de la profesión. Y es que quizás es en el cartel, entre todos los soportes de comunicación visual, donde mejor conviven esas dos facetas aparentemente opuestas que son lo íntimo y lo público.

Darwin Fornés Báez se graduó del Instituto Superior de Diseño (ISDi) en el año 2008. Cuando terminó su servicio social en 2011 el Taller de Serigrafía René Portocarrero lo contrató como diseñador. Con ellos estuvo desde 2011 hasta que se fue a México en agosto de 2018 para estudiar una Maestría en Artes Visuales como becario de la UNAM. Además de su trabajo en el taller también asumía proyectos como freelancer, casi siempre para instituciones del sector cultural. Además obtuvo dos becas para estudiar fuera de Cuba por períodos breves: una de ellas en la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes de México (ED-INBA) en 2014 y la otra en el Instituto APTECH de Nueva Delhi en 2015-16. Además en 2017 trabajó como profesor adjunto del ISDi impartiendo la asignatura cartel.

Ha participado en exposiciones dentro y fuera de Cuba, y ha sido seleccionado para participar en algunas bienales como la de Bolivia, la de México, la Golden Bee de Rusia, la Bienal Iberoamericana de Diseño de España… Y ocasionalmente ha impartido algunas conferencias sobre cartel cubano y sobre tipografía.

¿Qué te hizo inclinarte por el diseño de carteles?

Desde que era estudiante me atrae la parte humana del proceso creativo, y al parecer el cartel tiene permiso para tener algo de impronta personal, sin dejar de ser diseño. La verdad es que nunca me he conformado con la idea de que el diseño es una disciplina con metodologías precisas que te llevan a resultados predecibles. Para mí diseñar (como cualquier otro proceso creativo) tiene también un lado caótico, intuitivo, imposible de medir, emocional. Y sí, claro que necesitas pragmatismo y conocimiento técnico para concretar las ideas pero hay mucha incertidumbre en el camino. Asumir esa incertidumbre y lidiar con ella responsablemente deriva en diseños más genuinos.  Y eso aplica a cualquier área del diseño gráfico o industrial pero quizá sea más practicado o más evidente en el mundo del cartel. Yo, personalmente trato de asumir cualquier proyecto con esa filosofía. Es que no hay que olvidarse de que un profesional competente ofreciendo soluciones de diseño es también un humano imperfecto creando para otros humanos, no un robot.  

Darwin Fornés Báez. Zapping.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Cartel. Cantus Machina. Paul Klee.
Cartel para la exposición Selfie. Darwin Fornés.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Homenaje a Gino Done.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Cartel homenaje a la la banda The Clash.
Darwin. Cartel Happy Together para expo en Seattle
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Cartel Be Happy.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Cartel La Habana Llora de noche.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Tolerancia.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Persona. Cartel.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Hostal Bernarda Alba cartel con técnica de stencil.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Territorio Común.

Además del diseño de carteles, ¿sueles diseñar para otros medios de comunicación o soportes? ¿Cuáles?

Sí, he hecho ilustraciones para pullovers, he diseñado revistas, tabloides, libros, catálogos, he trabajado en un par de spot animados (como parte de campañas que muchas veces tienen cartel), logotipos, aplicaciones de identidad visual, infografías, gráfica para museografías… 


Lettering para bolsas.


Ilustraciones infantiles para pullovers.


Logo y catálogo para Artempocuba.


Revista Arte Cubano. Especial dedicado al 15 aniversario de Génesis Galerías de Arte.

Darwin. Revista ARTECUBANO. Especial aniversario Galerías Génesis
Darwin. Revista ARTECUBANO. Especial aniversario Galerías Génesis
Darwin. Revista ARTECUBANO. Especial aniversario Galerías Génesis
Darwin. Revista ARTECUBANO. Especial aniversario Galerías Génesis
Darwin. Revista ARTECUBANO. Especial aniversario Galerías Génesis
Darwin. Revista ARTECUBANO. Especial aniversario Galerías Génesis

Ilustraciones para UNICEF Cuba.

Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Ilustraciones para UNICEF Cuba.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Ilustraciones para UNICEF Cuba.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Ilustraciones para UNICEF Cuba.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Ilustraciones para UNICEF Cuba.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Ilustraciones para UNICEF Cuba.

Mural #niunamenos.

Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Mural #niunamenos

Has sido varias veces premiado. ¿Nos podrías mencionar algunos de esos premios?

El Premio CAJALTA de la UNEAC y Premio de la Oficina Nacional de Diseño ONDi en el año 2014 son los más relevantes. Ambos por el diseño de la campaña promocional para la Casa Víctor Hugo. Fue un proyecto grande en el que trabajé con mi colega Michel Faz Fajes. Hicimos dos personajes que interactuaban con cierta narrativa en las diferentes aplicaciones durante la evolución de la campaña. Bueno y más reciente, en 2018, mi cartel La Rumba fue premiado como mejor cartel del año por el CACa, Club Amigos del Cartel. 

Darwin Fornés. Diseño de la campaña promocional para la Casa Víctor Hugo.
Darwin Fornés. Diseño de la campaña promocional para la Casa Víctor Hugo.

¿Te preparas de alguna forma para crear? ¿Nos puedes hablar de tu proceso creativo?

Dentro del caos el ciclo pudiera ser: 1) pensar, pensar, pensar, buscar inspiración e información;  2) esbozar conceptos e ideas en dibujos pequeños; y 3) elegir idea que llevare a término, decidir que estilo usaré y realizar el diseño… algo así.  Me reto hasta llegar a una imagen que me guste. Es una pelea extraña entre musas, fantasmas y programas de diseño… a veces se suman otros personajes, es un todos contra todos (risas). Bueno y casi siempre hay una parte del proceso que es manual, tengo mi tableta electrónica de dibujo hace solo tres años. 

Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. CACa
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. CACa
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. CACa
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Cimarron.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Lettering. Premios nacionales.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Lettering. Premios nacionales.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Maambo.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Maambo.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Maambo.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Territorio Común.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Territorio Común.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Territorio Común.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador Cubano. Dibujitos.

¿Cuál ha sido tu trabajo más destacado? ¿Nos puedes citar alguna obra por la que sientas un cariño especial o de la cual te sientas especialmente orgulloso?

Qué difícil. Tengo un montón de dibujos pequeños que hago en cualquier pedazo de papel todo el tiempo y sin ningún objetivo ni encargo. Me encariño bastante con ellos. Pero de las obras publicadas no sabría decirte. Casi siempre se filtra algo de mi forma de pensar en lo que diseño… alguna circunstancia, sentimiento o alguna experiencia. Entonces me cuesta seleccionar alguno en particular. Hay algunos carteles donde es más evidente mi relación con ellos (el David, el de Should Stay or should I go, Serrano, La Habana llora).

Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Dibujitos.

¿Cómo llegaste a trabajar en el Taller de Serigrafía René Portocarrero y qué significó para ti esta experiencia profesional?

Casi de casualidad. El taller lanzó un concurso de ilustraciones para imprimir en pullovers y harían una selección de 10 diseños  para llevar a producción. Como no había límite de propuestas para participar, yo -aburrido en mi servicio social- hice 35 propuestas. Tres de las diez  ilustraciones seleccionadas para impresión fueron de mi autoría. Unos meses después quedó vacante la plaza de diseñador y me llamaron. Así de sencillo.

El taller me gustó desde el inicio porque allí generalmente el clima es de camaradería, de creatividad, de productividad y también sientes que la gente tiene sentido de pertenencia. Siempre agradezco haber ido a parar a un sitio así con buen clima y centrado en crear en vez de desgastarse reuniones absurdas.  Recuerdo que algunos conocidos lo veían al inicio como un trabajo menor para un diseñador. Probablemente les sonaba muy técnico eso de “taller”. Pero yo sentía mucha atracción hacia la serigrafía y me dejé llevar por el impulso. Tenía fe en que se podían hacer muchas cosas en el Portocarrero y en efecto las hicimos. Bajo la dirección de David Sosa el taller había empezado a asumir la producción y exposición de proyectos de carteles. Luego Dayma Llerena (directora actual) y Yenela Miranda (curadora) sostuvieron y aumentaron ese vínculo con el gremio de cartelistas y diseñadores. Con el apoyo del equipo allí pude inventar, coordinar y/o participar en muchos proyectos interesantes. Proyectos de carteles (Happy together), series de ilustraciones para pullovers (Chamakovich), y set de ilustraciones temáticas en formato pequeño (Amor/Odio). El Portocarrero trajo a mi vida muchos nuevos amigos, colegas talentosos, experiencias y también clientes. En la página del taller hay imágenes de algunos de estos proyectos.

Darwin en el Taller Portocarrero.


Exposición Happy Together.


¿Por qué vía le llegan los proyectos a un diseñador de carteles en Cuba?

Como cualquier otro proyecto: a veces te lo encarga un amigo, un cliente, alguna institución. También me ha tocado convencer al  cliente de que le conviene más (cuando ha sido el caso) producir un cartel serigráfico bien editado que una lona que botará en tres días. Y bueno, están además los carteles realizados para exhibiciones generalmente en galería, son proyectos a los que te invitan para hacer un cartel inspirado por un tema específico. 

¿Cuáles han sido tus principales experiencias profesionales y qué te han aportado?

El Taller Portocarrero ha sido de las más importantes. El taller me conectó con gente, me abrió puertas, me dio capacidad de gestión y visibilidad en el medio. Pero las experiencias como freelancer me han aportado algo que valoro mucho que es la capacidad de diálogo con profesionales de diferentes gremios. Un aspecto básico de nuestra profesión es aprender a negociar, a convencer al cliente de la propuesta visual. Pero argumentar verbalmente una imagen gráfica puede ser complicado, entonces pienso que el trabajo como freelancer me ha ayudado mucho entender la diferencia entre hablar de diseño con un coreógrafo y hablar con un editor, por ejemplo. 

¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional?

Ofrecer cinco conferencias en idioma inglés en menos de tres semanas durante mi viaje a Seattle EEUU me sacó completamente de mi zona de confort. Estuvo divertido pero sí fue un reto. Imagínate que una de las charlas fue para el grupo de creativos de la compañía Starbucks. Muy intimidante pero todo fluyó.

Seattle. Conferencia en la School of Visual Art. Clase de Jeff Kleinsmish.

Seattle. Conferencia en la School of Visual Art. Clase de Jeff Kleinsmish.


Seattle. Opening de Happy together en The VeraProject.

Seattle. Opening de Happy Together en The VeraProject.


Darwin Fornés. Seattle. Opening de Happy Together en The VeraProject.

Seattle. Opening de Happy Together en The VeraProject.


Darwin Fornes. Seattle. Taller de serigrafía de David Gallo y Kelsey Gallo.

Seattle. Taller de serigrafía de David Gallo y Kelsey Gallo.


Darwin Fornes. Seattle. Taller de serigrafía de David Gallo y Kelsey Gallo.

Seattle. Taller de serigrafía de David Gallo y Kelsey Gallo.


Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Conferencia para estudiantes de Diseño UNAM. Clase de Benjamín Becerra.

Darwin Fornés Báez. Conferencia para estudiantes de Diseño UNAM. Clase de Benjamín Becerra.


Bienal de Bolivia 2017. Conferencia sobre cartel cubano en la Universidad Católica de San Pablo.


Bienal de Bolivia 2017. Conferencia sobre cartel cubano en la Universidad Católica de San Pablo. Con Alejandro Rodríguez Fornés (Alucho).


Bienal de Bolivia 2017. Con Alejandro Rodríguez Fornés (Alucho), Frank Arbelo, Giselle Monzón y Edel Rodríguez.


Bienal de Bolivia 2017. Con David Carson en el congreso de la Bienal.


¿Cuáles o quiénes son tus referencias, tanto en el campo de la ilustración como en otras áreas creativas?

Mañana me olvidaré de la mitad de los nombres que te diga porque recuerdo más las imágenes que los autores. Pero estos me gustan porque sus obras tienen cierta elegancia y honestidad, hacen obras inteligentes. No sé si cuentan como referentes pero me gustan: las ilustraciones de Sergio Mora, Nate William, Elena Odriozola, Rachel Levit Ruiz, Ryszard Kaja… los carteles de Studio Feixen, Erich Brechbühl, Alejandro Magallanes, Isidro Ferrer… Y ahora en la maestría he descubierto la obra plástica de Mirtha Dermisache, Cy Twombly, Carlos Amorales, Broddy Neuenshwander, esos son algunos…  

¿Nos puedes citar alguna obra de otro creativo que te haya llamado la atención, inspirado, que recomendarías ver?

Recomiendo ver los documentales Objetified y Helvética. Ahí verán creativos exitosos hablando sin pudor de los criterios que influyen en sus decisiones de diseño. Y está genial porque te das cuenta de que no son solo criterios de orden estético y técnico, sino también ideológicos, morales, filosóficos, humanos… Por esa misma línea recomiendo el canal ART21 de Youtube. Son videos cortos de artistas contemporáneos en sus estudios hablando íntimamente de su trabajo, sus motivaciones. Es un ejercicio de empatía porque ellos hablan el mismo lenguaje de uno, es terapéutico (risas).

¿Qué diseñador(es) o ilustrador(es) cubano(s) recomendarías a los que quieran conocer sobre la obra de otros creativos de nuestro país?

Sinceramente, cuando alguien me hace esa pregunta yo le recomiendo visitar el sitio de Diseñadores cubanos por el mundo para que tengan un panorama más amplio. Yo te diría los nombres de algunos estudios y de colegas que tengo más cerca pero hay mucha más gente talentosa por ahí regada haciendo cosas interesantes en diseño gráfico y en industrial y yo no me entero. 


Exposición Dale lengua. Taller de serigrafía René Portocarrero. Mayo 2019.

Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Expo Dale lengua.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Expo Dale lengua.

Exposición Ilustreichon Nao. Centro de Desarrollo de las Artes Visuales. Enero 2020.

Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Hombre de miel. Exposición Ilustreichon Nao.


Darwin Fornés Báez. Grabado. Aguafuerte.

En el artículo «El diseño cubano y sus dos tendencias», el diseñador cubano y profesor del ISDI Alejandro Escobar expresa que en Cuba «hay dos tendencias entre los diseñadores: la de los que van más al diseño museable, a las galerías, más vinculado a lo artístico; y la que defiende un diseño más técnico, totalmente por encargo, más comercial, donde el diseñador es anónimo y no se compromete con ningún estilo». ¿Qué crees tú?

Si entendí bien -por contraposición- ¿lo vinculado a «lo artístico» sería entonces menos técnico, menos comercial, siempre comprometido con un estilo y hecho sin encargo? Bueno es que ni siquiera en las prácticas artísticas funciona así necesariamente. El asunto es muchísimo más complejo y creo que a veces los diseñadores cubanos hablamos con dificultad sobre «lo artístico». Es una consecuencia lógica de que en el ISDi no haya un debate académico de rigor sobre la relación que efectivamente existe entre diseño y arte. En lugar de debate hay una sentencia que marca todo el programa de estudios: «el diseño no es arte». Pero definir una disciplina académica mediante lo que «no es» despierta interés precisamente en aquello de lo que se le intenta diferenciar. Desde ahí aparece el fantasma del arte ligado al concepto de diseño. Entonces terminamos desconociendo el arte a la vez que lo sentimos cercano porque inevitablemente convergemos con él en el terreno de lo estético. Hay una zona amplísima de intersección entre estas dos profesiones. 

Con lo dicho no me refiero particularmente a mi estimado colega Escobar -talentoso y queridísimo además por sus alumnos-, me refiero a un síntoma que padecemos muchos graduados del ISDi y que como dije es consecuencia de nuestra formación. De hecho en ese mismo texto Escobar dice más adelante que no se explica por qué no confluyen estas dos vertientes. Y es que quizá reducir la práctica del diseño cubano a solo dos tendencias es bastante arriesgado. Lo interesante es que se mencionen solamente dos, y particularmente esas dos, porque no es para nada casual. La idea de que existen diseños «artísticos» y diseños «técnicos» está bastante extendida en nuestro gremio. Si se tratara de ver el diseño como algo binario (arte + técnica) sería un enfoque más aceptable. Pero estas clasificaciones no hablan del equilibrio entre dos componentes. Justamente hablan de lo contrario, del desequilibrio, de cuando un diseño tiene «más» de una cosa que de la otra.  Y esa es una preocupación que heredamos del ISDi donde todo el tiempo hay que marcar distancia con «lo artístico» sin tener bien claro lo que es. Quizá por esa razón actualmente la facultad tienen más laboratorios de computación que talleres, quizá por esa razón ya no se hacen pruebas de aptitud de dibujo para ingresar en la carrera. 

Lo curioso es que el problema de las escuelas de diseño nunca ha sido contagiarse un poco de «lo artístico» porque cualquier desborde en ese sentido la realidad profesional se encargaría de ajustarlo. Lo que sí ha sido un problema a nivel mundial en los últimos cuarenta años es la tecnificación de la enseñanza del diseño. Desde que se democratizó la tecnología muchos programas de estudio se volvieron iletrados y comenzaron a egresar diseñadores-operarios en lugar de diseñadores intelectuales creativos y pensantes. No voy a afirmar que esto está sucediendo en el ISDi, pero es un riesgo que pudieran estar corriendo ahora mismo. 

Personalmente no creo que haya dos tendencias dentro del diseño cubano, pienso que el rango de prácticas posibles entre diseño y arte es infinito. Si a eso sumas que ambas disciplinas interactúan con otras áreas del conocimiento entonces hacer clasificaciones se vuelve aún más difícil. El arte es mucho más que pintura de caballete y el diseño es mucho más que la sumatoria estético-funcional. A cada creador le tocará desempeñarse dentro de ese universo de posibilidades y tendrá decidir cómo actuar, pero no es necesario ubicarnos de antemano en lo «artístico» o en lo «técnico». Puede que lo más responsable y divertido de esta profesión sea afrontar los proyectos de la forma más desprejuiciada posible.

Cuéntanos sobre tus experiencias en México

Esta ciudad es súper intensa, sucede de todo constantemente… es fácil perderse. Pero después de casi dos años ahora ya he aprendido a vivirla. Eso creo. Aquí todo el tiempo hay eventos de diseño, conferencias, exposiciones, mucha competencia, muchas universidades y también movimiento, bares, huelgas, tradiciones, comercio. La ciudad está llena de buen diseño, de mal diseño, de diseño comercial, de gráfica popular… Al principio todo eso me saturaba pero ya me acostumbré.

Siempre te pierdes algo porque es demasiado. Pero no me quejo, estando aquí he podido ir al Congreso Nacional de Tipografía TIPOGRAFILIA/13 y también al Congreso Internacional de Diseño que organizó la Bienal del Cartel en 2018. En este último tomé un taller de tipografía experimental, vi conferencias de estrellas del diseño como Neville Broddy y Andrew Lewis, y conocí personalmente al cartelista cubano Ñico. Y hace unos meses también fui invitado por la bienal a formar parte de una exposición colectiva de carteles: Cantus Machina, homenaje a Paul Klee. Una colección resultante del taller impartido por el diseñador Antonio Castro.  

Y bueno, en la universidad he aprendido bastante. Lo que me gusta de la UNAM es que estoy expuesto a infinidad de corrientes académicas distintas y a veces opuestas. Puedes encontrar por ejemplo profesores muy conservadores que priorizan el oficio, otros más contemporáneos y conceptuales, otros más teóricos, etc. También son profesores de diferentes edades y orígenes académicos. No hay uniformidad alguna y eso te lleva a descubrir por ti mismo qué pensamiento te convence más o es más afín a tu obra. Para empezar, cada semestre te ofrecen más de 50 asignaturas y uno mismo elige las tres que va a cursar según sus intereses. 

Museo de la cancillería. Con Xavier Bermúdez, director de la bienal de México, y Gabriela Luna, jefa de contenidos de la bienal.


¿En qué proyectos trabajas actualmente o cuáles son tus proyectos para el futuro próximo?

Ahora estoy priorizando mi investigación de maestría: «La letra como soporte de expresiones no verbales». Tiene una parte teórica y una serie de piezas en grabado que acompañarán el texto. A veces acepto algún que otro encargo de trabajo pero la mayor parte de mi tiempo la dedico a mi tesis. 

¿Qué significa ser diseñador cubano?

Significa estar rodeado de clichés, pero en honor a la verdad algunos son ciertos (risas). Y significa también llevar la marca de haber crecido en un contexto visual bastante exótico, bastante peculiar. Casi todo el diseño que conocimos de niños eran logos ochenteros de organizaciones de masas, propaganda comunista, muebles vintage, envases reciclados, autos antiguos, uniformes escolares con pañoleta, spots de bien público… Creo que ese aislamiento nos dejó con cierta capacidad para sorprendernos frente a todo lo exterior que antes nos parecía tan ajeno. Tenemos la percepción bien afinada, estamos más atentos. Como los niños de los años noventa cuando coleccionaban las etiquetas de los dulces en vez de tirarlas. 

Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Retrato.
Darwin Fornés Báez. Diseñador cubano. Autorretrato.

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