El lanzamiento de una edición especial es una de las acciones a la que con más frecuencia acuden las marcas cuando tienen algo específico que decir o un acontecimiento que celebrar.

El empaque del producto se convierte entonces en portador de valores bien precisos. El diseño debe estar a la altura de la ocasión, y aventajar en sofisticación, exuberancia y minuciosidad a la presentación habitual.

Tal es el caso de la nueva apariencia de las latas de los refrescos Ciego Montero, con la que la empresa de bebidas celebra el ya muy cercano 500 aniversario de la fundación de La Habana. Al diseñador, ilustrador y artista de la plástica Yorlán Cabezas Padrón, en cuya obra son recurrentes las alusiones a la ciudad maravilla, le fue confiada la misión de personalizar los envases.

Según cuenta Yorlán en entrevista a Tribuna de La Habana, tras un prolongado proceso de reflexión se decidió evocar a La Habana mediante su arquitectura, a través de sus edificios icónicos. Así, sobre la lata de refresco Tukola puede apreciarse la imagen del Capitolio, sobre la de naranja la del Morro, sobre la de limón aparece la Catedral y el agua tónica deja ver el hotel Habana Libre.

La Habana como musa

Para Yorlán Cabezas la fascinación por La Habana no es nueva. Amigo personal y compañero de estudios, me consta su pasión por la “ciudad hembra“. Durante los años de universidad, ambos pasamos horas recorriendo sus calles, metidos en sus museos y exposiciones y admirando sus caprichos arquitectónicos. Recientemente, también con La Habana como musa, Yorlán inauguró su primera exposición personal, titulada “Metrópoli“, en la que, valiéndose de la analogía o la parodia, y con una gama cromática extremadamente restringida, interroga la condición humana en el contexto específico de nuestra urbe principal.

Leer sobre « Metrópoli », la exposición personal de Yorlán Cabezas >>

De la galería al packaging

En las obras que componen la muestra “Metrópoli” predomina el empleo del dibujo a línea en blanco y negro, (salvo ciertos elementos en rojo). Las ilustraciones, en su mayoría ricas en detalles, se concentran en determinadas regiones del formato, dejando el resto de la superficie desprovista de todo tratamiento gráfico.

En el marco de su trabajo para los envases Ciego Montero, Yorlán adaptó este estilo de dibujo a línea a los colores de las cuatro latas de refresco correspondientes a los sabores cola, naranja, limón y agua tónica. El resultado: una gráfica cercana al estilo pop, alegre y colorida, que sin dejar de ser elegante, transmite entusiasmo y vivacidad, en concordancia con el mensaje que suelen difundir las marcas de bebidas azucaradas: el disfrute.

“En las piezas de la exposición el nivel de detalle que conforma la trama es bastante alto y funciona bien en grandes formatos, pero si lo conservábamos tal cual para el tamaño de las latas, se podía empastar; hubo que depurarla, entonces, para lograr un rendimiento visual adecuado.”, declaró el artista en la mencionada entrevista.

Así, el proyecto demuestra, por una parte, la versatilidad, la pregnancia y la “reconocibilidad” del sello de Yorlán, y por otra, su capacidad como diseñador para adecuar su obra a diferentes contextos y soportes.

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