El diseñador español Francesc Freixes comparte sus experiencias con los diseñadores cubanos. Lo hizo inicialmente desde las páginas de la revista Énfasis, que nos cedió la entrevista para compartirla con nuestros lectores.

Francesc Freixes Graells estudió diseño en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Ondara (EASD Ondara), en Tárrega ciudad próxima a Cervera, su pueblo natal. 

“Es una etapa que recuerdo con mucho cariño”; así refiere a la época en que era estudiante de la EASD Ondara. Sus obras más importantes no fueron creadas mientras estudiaba en la academia, sobre ese tema nos comenta: “mis grandes obras son las pinturas que hacía de pequeño; las colgaba en las paredes de mi casa natal, y, hasta el día de hoy, mis padres aún conservan”

Relata haber culminado sus estudios de diseño un viernes (historia que ha contado muchas veces). Al lunes siguiente, cogió su portátil y se fue a Barcelona a buscar trabajo. “Era una ciudad muy vanguardista, con muchas oportunidades relacionadas con el diseño”; y estaba en lo cierto.

Su primer encuentro con el mundo laboral lo tuvo al ocupar un puesto dentro de una agencia de publicidad. Tiempo después, decide dejar a un lado el mundo de los anuncios y la propaganda para dedicarse al diseño entorno a la industria musical. Ese, sin duda alguna, fue el punto de inflexión de su carrera.

Con la decisión ya tomada pasó a formar parte de la discográfica Vale Music/Universal Music. Estando allí, se le presentó la oportunidad de trabajar, en el cargo de director de arte y diseño, con artistas como: David Bisbal, Rosario Flores, Chenoa y Ainhoa Arteta.

Considera todos esos años de trabajo como su verdadera escuela, así lo afirma orgulloso: “siempre he pensado que ese fue el sitio donde aprendí a diseñar; encontrarme con dificultades a resolver, timings ajustadísimos o cargas de trabajo enormes, pero creo que estos desafíos son los que hacen al diseñador”.

Actualmente, tiene su propio estudio de diseño: Pacodesign. Dentro de su cartera de clientes se encuentran importantes marcas: El País, Universal Music Spain, Sony Music Latin, CNDM (Centro Nacional de Difusión Musical). Además, ofrece soporte a diferentes agencias de publicidad en Barcelona.

Entre las diferentes especialidades por las que ha transitado dentro del diseño, ¿cuál o cuáles le han reportado mayor satisfacción?

Sería difícil puntualizar las que me han reportado más satisfacción. Ni que suene a tópico. Cualquier proyecto que ha llegado a mis manos lo he trabajado con todo el cariño posible. A veces se disfruta más con algunos proyectos en concreto. Intento ponerme en la piel del cliente al esperar que su encargo tenga un resultado muy cuidado.

Si tuviera que destacar alguna de las especialidades mencionaría varias: diseño discográfico, diseño editorial y señalética e identidad corporativa. He realizado proyectos donde me he quedado muy satisfecho al verlos publicados, a partes iguales con el cliente; la satisfacción del cliente es muy importante para mí.

¿Cuáles son los proyectos concretos que mencionaría como ejemplo de esa realización personal?

Tuve el lujo de realizar el diseño para el disco “Sirope”, de Alejandro Sanz. Trabajé mano a mano con Rubén Martín, mi admiradísimo fotógrafo; un proceso creativo con una sinergia perfecta. También, otros proyectos discográficos para personalidades como: Michel Camilo y Tomatito, Paco de Lucía, Raphael, Morente, Chayanne y Thalía. Todos han sido muy especiales.

Con relación al diseño editorial, uno de los trabajos que he realizado, del que me siento muy orgulloso, es la colección de libros de poesía de autores clásicos para el periódico El País. Tenía total libertad para desarrollar el diseño. Mi idea era diseñar las cubiertas que compaginaran con el contenido. Las portadas estaban pensadas con colores y diseños abstractos, buscando la relación entre lo clásico y lo moderno.

Destacar a uno de mis últimos trabajos: la nueva identidad visual para el Centro Nacional de Difusión Musical. Trabajé los ciclos temáticos, incorporando símbolos que sean fácil de relacionar con cada concepto. A veces, es importante transmitir con el menor contenido gráfico para que el mensaje sea directo.

En este contexto, donde muchas soluciones se repiten, ¿dónde están las influencias más actuales para sus creaciones?

Intento estar al corriente del diseño actual consultando Internet, libros, revistas, todo tipo de fuentes de información. Personalmente defiendo la idea de que el diseño está en las calles de una ciudad. Empaparse de las tendencias o de la cultura urbana es la mejor fuente de inspiración para luego aplicarlo en un proceso creativo. Me encanta visitar ciudades para ver que líneas de diseño se utilizan, ya sean actuales o no.

¿Cómo es su proceso creativo? ¿Inicia por bocetos o directamente en el ordenador?

Inicio por bocetos en papel. Me encanta transmitir una idea al papel y ejecutarla luego en el ordenador. Pienso que es bueno para no perder el trazo manual, ya sea para escribir o dibujar. Por supuesto, mi aliado siempre es el bolígrafo de color negro, una de mis tantas rarezas – sonríe -.

Mi despacho continuamente está lleno de papeles con bocetos. Empezar un proyecto teniendo los esbozos de este me ayuda a agilizar el proceso cuando me siento frente al ordenador. Tener una idea clara es muy satisfactorio para crear. Llevar un bloc de notas también me ayuda mucho a la hora de explicarle al cliente la idea que tengo en mente para su encargo.

Existen algunos proyectos en los que debe atenerse a ciertas normas o requisitos, y otros en los que, quizás, puede darle mayor cauce a la creatividad e innovación. En ese sentido, ¿cuáles le han resultado más complejos?

Sí, hay proyectos en que tengo que ceñirme a los requisitos de un cliente o una marca para que siga una coherencia. Como había dicho anteriormente, cuando se le pone todo el cariño al proyecto, pensando en lo especial que es para el cliente, el proceso no es difícil.

De igual manera, disfruto muchísimo cuando tengo la libertad absoluta para poder crear y proponer al cliente. Eso si es un reto, y cuando todo sale bien, muy satisfactorio.

De acuerdo a su criterio, ¿qué requisitos debe tener un buen diseño?

Un buen diseño tiene que tener una historia que lo sustente, un buen concepto para poder explicarlo, venderlo y comunicarlo. Muchos diseños pueden ser simples o muy elaborados, bonitos o impactantes, pero si no hay un argumento detrás pierde todo el sentido. Otro punto muy importante para comunicar en un buen diseño es trabajar sobre una composición equilibrada; elegir y combinar acertadamente los colores y usar las tipografías que lo acompañen adecuadamente. Creo que con estos ingredientes el plato quedará fantástico.

¿Qué tipo de proyecto aún no ha realizado y que le gustaría llevar a cabo?

Me encantaría trabajar la temática del cartel para cine. Es un concepto muy parecido a las portadas de discos. Pienso que es una especialidad de mucho juego donde es importante el mensaje a transmitir; el poder difundir en una sola imagen lo que veremos en una película. En lo personal, este sería uno de los campos donde me gustaría colaborar.

¿Ha tenido algún contacto con el diseño cubano? ¿Qué puede decirnos sobre este?

Por el momento no he tenido el placer de relacionarme con el diseño cubano. A raíz del surgimiento de tu revista he estado documentándome. Hay piezas interesantísimas, ya sea en la disciplina de diseño gráfico, diseño de producto, escultura, ilustración, etc. Creo que hay mucho talento en vuestro país.

Hace algunos años estuve en La Habana, y no es por hacerte la pelota, pero es una ciudad mágica, rebosante de talento. ¡Ojalá pueda regresar pronto!

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