Afiches de la Danse sur la Doux (Suiza) y del Havana World Music Festival.

La Danse sur la Doux, fiesta anual de la ciudad de Delémont, donde resido en Suiza, reveló recientemente su afiche. Su semejanza con el del Havana World Music Festival me asombró instantáneamente.

Recopilar las manifestaciones o influencias del diseño cubano a nivel internacional en el marco del proyecto Diseñadores cubanos por el mundo, a través de compilaciones (como «El diseño internacional se inspira de Cuba»), o curiosidades (como «Gnarls Barkley y el cartel cubano»), es, de cierta forma, una manera de explorar la amplitud de nuestro legado gráfico. El cartel recientemente creado para la edición 2022 de la fiesta anual que tiene lugar en mi ciudad, la Danse sur la Doux, llamó mi atención por su notable parecido con la identidad gráfica del Havana World Music Festival

Semejanzas desconcertantes

Colores primarios, tipografías geometrizadas, efectos de solapamiento con transparencias y una composición donde los elementos dispuestos alrededor del perímetro orientan la mirada al centro del formato son los principales rasgos de estilo que eligieron en 2014 nuestros geniales y queridos diseñadores Giselle Monzón Calero y Edel Rodríguez (Mola) para el afiche del festival. Estos códigos estéticos, que marcarían la pauta de la identidad visual del Havana World Music Festival hasta la actualidad, reaparecen de manera sorprendentemente fiel en este afiche creado hace poco.

Es bien sabido que la efusión visual de la gráfica cubana es sumamente eficaz cuando se trata de llamar la atención y dejar una sólida impresión en la mente del público, aún más cuando la ponen en práctica tan talentosos diseñadores como Giselle y Edel. No sería, de hecho, la primera vez que un diseñador internacional la imita. Ahí está el ejemplo del diseñador londinense Tom Hingston, cuando se inspiró de los carteles cubanos para crear las portadas psicodélicas de Crazy y Smiley Faces para Gnarls Barkley. Aunque en este caso Hingston declara él mismo que conocía y admiraba los clásicos de la cartelística cubana y se los presentó al grupo, que enseguida apoyó la idea de utilizarlos como base.

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