Todos los diseñadores cubanos por el mundo contribuyen cada día a escribir la historia paralela de esta diáspora creativa. Desde los talentos emergentes hasta aquellos con carreras consolidadas. Hoy les presentamos a Yosmany Larrea, radicado en Italia, quien fue recientemente premiado en el concurso Fashion Experience de la Federación de Diseñadores de Latinoamérica (FDLA).
El certamen, organizado en colaboración con Paco Delgado, diseñador de vestuario para los estudios 20th Century, consistía en crear un atuendo inspirado en la nueva película Muerte en el Nilo, basado en la novela de Agatha Christie. Los más de cien diseñadores participantes tuvieron como única pista, el tráiler de la cinta, de entre todos ellos, Yosmany Larrea obtuvo el primer lugar. El diseñador cubano produjo una pieza inspirada en su madre, quien le introdujo desde su juventud al mundo de la escritora británica. Un atuendo de color azul pálido cuyo concepto resume como de «una sensualidad frágil». Tendrá la oportunidad de presentarla en septiembre próximo, en la Semana de la Moda de Nueva York.
Yosmany Larrea nació en la capital cubana, en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja. Según confiesa en entrevista a Diario de Cuba, el enfoque del Instituto Superior de Diseño de La Habana no correspondía a la perspectiva que él quería darle a su carrera. Pero se mantuvo en contacto con diseñadores de moda y vestuaristas, en el marco de su actividad en el modelaje y en el mundo del espectáculo: el artista cuenta con un espectro creativo muy polifacético. Sus contactos con diseñadores de moda cubanos e italianos, le permitieron estimular y desarrollar su aptitud, sin abandonar su ejercicio musical.
Siempre voy a seguir siendo yo
Cuenta en la mencionada entrevista que un día, en Shanghai, adonde había ido a trabajar como modelo en un desfile de Giancarlo Mossi Borella, se supo que el diseñador estaba atrasado e iba a llegar tarde al evento. Entonces Yosmany tomó la iniciativa de organizarle la colección. Una vez llegado Borella, su reacción ante el trabajo de Yosmany fue de admiración, por su motivación y por la calidad de sus ideas.
Esta eventualidad marcó el inicio de la colaboración entre ambos diseñadores: Larrea terminó creando un estudio conjunto con Giancarlo Mossi Borella, donde cultivan una visión amplia y permeable de sus respectivas nacionalidades, que en el caso de Yosmany no se limita a la representación folclorizante de la cubanía. Como expresó en entrevista en el programa Variedad Latinoamericana de Vox Mundi, «yo nunca voy a cambiar, siempre voy a seguir siendo el mismo muchacho sencillo que nació de La Habana». «Siempre voy a seguir siendo yo».
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Cuando le preguntan qué le inspira la palabra Cuba, responde en primer lugar «familia», y luego «esperanza». Esperanza porque su Cuba es diferente. Afirma que a diferencia de otros artistas, que retienen de lo cubano lo pintoresco, como la salsa o la religión Yoruba, él ve a Cuba desde otra perspectiva, él ve su glamour de los años 50, cuando La Habana era una de las capitales más influyentes del mundo. Eso es lo que lo identifica de Cuba, por eso la noción de esperanza, porque «quisiera que Cuba retomara esa impronta». «Ya Cuba influye en toda Latinoamérica, pero me hubiese gustado que influyera de otra manera. Yo creo que hubiese sido mucho más beneficioso para Latinoamérica, si Cuba se hubiese desenvuelto desde otra perspectiva».
Un sello propio, dos líneas
Para completar con conocimientos académicos su dinamismo y su creatividad, Yosmany cursó estudios en el prestigioso Instituto Marangoni. La escuela de moda de Milano (donde también había estudiado Borella), se posiciona como «el corazón pulsante de la moda italiana». Propugna los más altos niveles de creación, de gestión y de comercialización.
El diseñador cubano cuenta con su propio sello, dentro del cual trabaja dos líneas. En la más exclusiva, produce un vestuario personalizado y hecho a la medida. De su segunda línea, el prêt-à-porter, destaca las posibilidades que le ofrece para trabajar con menos limitaciones y más espontaneidad.
Yosmany Larrea reconoce que la línea exclusiva es su preferida por ser más creativa, pero ese no es el único criterio. La ética representa una arista definitoria de esta predilección. Ante el consumo desenfrenado y la falta de información sobre la verdadera calidad de los materiales, tanto Yosmany Larrea como Mossi Borella sienten la necesidad de rescatar la nobleza genuina de los materiales, ésa que determina su durabilidad.
Además del premio que acaba de obtener, entre sus éxitos más significativos cita el premio a la mejor colección en la Shanghai Fashion Week, y su resultado en la bienal de Alta Roma, como mejor estilista y diseñador emergente.